JORNADA DE RECONOCIMIENTOS
Día Internacional de las Mujeres Rurales. Teror - Gran Canaria 2010

El pasado dieciséis de octubre, Día Mundial de la Alimentación y víspera de la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres Rurales, sesenta y cinco mujeres de diferentes municipios de Gran Canaria se reunieron en Teror. El objetivo de la convocatoria no era otro que poner de relieve la enorme contribución de las mujeres del campo en el desarrollo de la agricultura, la ganadería, la industria agroalimentaria, el Medio Ambiente y los recursos naturales, en el turismo, los servicios de salud, atención y cuidados... en definitiva, una larga lista de aportaciones que, en ocasiones, han pasado desapercibidas y que han significado -y significan-sumandos para el desarrollo del medio rural del territorio que habitan.




Por todo eso, a ese día compartido se le denominó “Jornada de Reconocimientos”. Aider Gran Canaria, Ayuntamientos de la Isla, Asociaciones de Mujeres, y Mujeres Rurales, en el marco del Proyecto IGUALAR, realizaron un homenaje a todas las mujeres. A las tradicionales y a las transgresoras. Porque todas han sido referentes para todas. Y tener referentes, genealogías, nos hace más fuertes. De hecho, gracias a la lucha de mujeres que hace no demasiados años llamábamos transgresoras y que lucharon -y siguen luchando, por la igualdad y la defensa de los derechos de todas las mujeres-, podemos reconocernos y demostrarnos hoy de todo lo que somos capaces. Juntas. La “Jornada de Reconocimientos” sacó a la luz múltiples proyectos y estupendos resultados que se han obtenido en los distintos talleres de Reconocimientos y Genealogías celebrados en los distitos municipios de Gran Canaria y que nos han servido para reforzar la idea de de valorar y visibilizar lo femenino en el mundo rural.

Pero sobre todo, esta Jornada nos ha servido para destacar, una vez más, la importancia de las redes de mujeres como fórmula para la recuperación de la memoria, la visibilidad y el empoderamiento.

Por eso, necesitamos seguir creando espacios para la reflexión que impulsen acciones comunes con el fin de aprender a deconstruir lo aprendido, a crear redes sóricas y lograr la afirmación identitaria.

En definitiva, reconocernos mutuamente y encontrarnos, para construir alternativas y superar la carencia de poder de las mujeres en el Mundo Rural, creando espacios para la solidaridad.