JUNTAS POR UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA
Equidad en las relaciones de género tanto en la sociedad como dentro de la iglesia

María del Carmen Prieto es la presidenta y conforma uno de los tres pilares básicos en los que se sostiene la Asociación Débora. Una entidad que insisten en señalar como "de mujeres" más que religiosa, a pesar de llevar impregnado el matiz de la religión católica que comparten. Así, desde de su cristiandad han querido apostar por la promoción, integración y participación de las mujeres en la vida pública de su municipio, Gáldar. Echan en falta mayor información acerca del resto de asociaciones, para poder establecer lazos de unión.

La Asociación de mujeres católicas “Débora” se fundó, en el año 2007 en Gáldar. Desde entonces se sostiene gracias al tesón de María del Carmen Prieto, como presidenta, Milagrosa Mateos de vicepresidenta y Lourdes Ruiz en las labores de secretaría. Sus fines con carácter enunciativo no limitativo son principalmente promocionar, sensibilizar y concienciar a la población sobre la necesidad de construir una sociedad más justa e igualitaria. Así como lograr la equidad en las relaciones de género, tanto en la sociedad como dentro de las Iglesias, e intentar promover y garantizar un plan de actividades integral que cubra las distintas necesidades de las mujeres de la Asociación. Además, intenta posibilitar la participación de las mujeres en la vida pública de Gáldar, utilizando para ello los distintos cauces y órganos de participación ciudadana existentes en el municipio.

¿Por qué el nombre de Débora?
En recuerdo de la única mujer juez que nombra la Biblia. Lo hace en el libro de los Jueces, el capítulo cuarto, versículos cuatro y cinco. Dice que juzgaba bajo la palmera que lleva su nombre y, además, añade que los israelitas acudían a ella para arreglar sus litigios. Nos pareció que esa figura femenina podía ser un ejemplo para nosotras y por eso pusimos su nombre a nuestra Asociación.

¿Se le puede o debe considerar una asociación religiosa?
No exactamente. Es fundamentalmente una asociación de mujeres. Lo que tenemos en común además de, evidentemente ser mujeres, es el ser católicas. Este es un matiz que quisimos incluir. Desde nuestro ser de cristianas es desde donde surge la inquietud de trabajar por la promoción e integración, en igualdad, de la mujer, en todos los estamentos de la vida, incluso en el religioso. Por tanto, creo que es algo mucho más amplio que un grupo religioso.

¿Seguimos, por tanto, las mujeres con más necesidad de estar asociadas para ser escuchadas?
Desde luego que sí. Sentimos que las asociaciones de mujeres son imprescindibles, incluso deberíamos unirnos más y hacer labores coordinadas entre asociaciones. Esto no es una idea personal, sino que es compartida por todas en nuestra Asociación y en otras, tal y como comprobamos en un Encuentro de Asociaciones del Proyecto IGUALAR celebrado en La Palma. La mayoría lo sentimos así.

¿Cómo ve el panorama asociativo de mujeres en Gran Canaria?
Supimos de la existencia de tantas asociaciones cuando nos visitó el pasado año un equipo encargado de elaborar un estudio para el Cabildo. A medida que vamos asistiendo y participando en encuentros de asociaciones, cursillos y otras actividades, vamos conociendo otras asociaciones y contactando con las más cercanas. Pero creo que debería haber más espacios para el encuentro y fomentar la comunicación entre todas para poder hacer cosas juntas.

Desde su experiencia como asociada, ¿cuáles han sido sus principales acciones?
Hemos tenido intervenciones con diferentes colectivos para tratar de disminuir las desigualdades entre mujeres y hombres. Hemos organizado jornadas, conferencias, mesas redondas y debates sobre distintos temas de interés. Además, hemos puesto en práctica espacios de reflexión como nuestro “Club de Lectura: Lectura de la Biblia desde una mirada femenina” y talleres para la promoción del conocimiento de los derechos o del uso de lenguaje no sexista.

¿Qué planes o proyectos tiene su Asociación de cara a los próximos años?
Seguir adelante, dando pequeños pasos para que las mujeres tengan el lugar que les corresponde, en igualdad con los hombres. Y valorando, siempre de manera positiva, todo lo que hacemos aunque nos parezca muy poco; porque, por poco que sea, es importante.